¿Por qué es difícil aceptar el cambio?

¿Por qué existe tanta resistencia al cambio? ¿Por qué es tan difícil ser diferente aún sabiendo que el estatus actual en el que te encuentras te daña?

Según un artículo de la revista Forbes España no podemos cambiar ni se aceptan los cambios, por ese vínculo tan grande que se suele tener con las emociones negativas. Es mucho más frecuente escuchar o leer en redes sociales a personas quejándose que realmente aportando algo que sea beneficioso para ellos mismos y para los demás. Esto hace mucho sentido, es más fácil crear pensamientos negativos y no hacer nada, que pensar positivo y actuar. Las emociones "negativas" como la ira, la vergüenza, el miedo o la culpa sirven porque son un motor de motivación para hacer las cosas distintas, sin embargo, quedarse estancado por estas sensaciones no es lo ideal.

Sentirse abrumado o cansado también puede ser un obstáculo cuando se adquieren hábitos, pensamientos o emociones distintas, pero todo es cuestión de adaptarse a lo nuevo, saber que el cambio siempre trae gratas experiencias, desafiantes pero muy positivas, que te permitirán crecer.

Suponer que el cambio es inmediato y frustrarse si no se tienen resultados rápidos es uno de los errores más comunes. El cambio requiere de tiempo y más si se han estado haciendo las cosas igual por años, no es posible que las transformaciones sean de un día para otro. La constancia y la paciencia son importantes para no renunciar y no permitir que otras personas que desconocen tus ideas y objetivos te saboteen.

Para cambiar necesitas información, herramientas que te guíen o personas que te aconsejen para que de esta manera puedas tomar mejores decisiones. No te cierres a adquirir nuevos conocimientos y recuerda que inspirarte y seguir el ejemplo de otras personas es bueno, algunas ya han pasado por lo que tú estás pasando.

ALRIM

Capacitándome para crecer

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