¿Cuáles son las fases de un cambio vital?
¿Cómo una persona cambia su vida? ¿Por qué? ¿En qué momento decide hacerlo? Estas interrogantes fueron estudiadas por dos psicólogos, Prochaska y Diclemente para intentar entender los cambios en las conductas de las personas. Su modelo Transteórico está compuesto por estadios, procesos y niveles.
Estadios: Representan el cuándo, la dimensión temporal. Para que una persona cambie necesita saber exactamente en qué momento de su vida se encuentra, analizar sus conflictos para poder transformar su situación.
Este modelo funciona para entender por qué las personas se resisten tanto al cambio y conocer un modelo que les permita acercarse a sus objetivos sin desistir. Está claro que el cambio está determinado completamente por el individuo y sólo él o ella decidirán el momento adecuado para actuar, sin embargo es importante que los cambios y decisiones no sólo se piensen sino que se ejecuten.
¿Qué es el modelo transteórico del cambio?
“Dicho modelo explica las fases que una persona necesita superar en el proceso de cambio de una conducta problemática (o conducta que se pretende cambiar) a una que no lo es, considerando la motivación como un factor importante en este cambio, y asignándole al sujeto un rol activo, pues éste es concebido como el principal actor en su cambio de comportamiento.”
Las etapas del modelo de Prochaska y Diclemente son las siguientes:
Pre contemplación: La persona no es consciente de sus conflictos, se encuentra en la negación y no reconoce que un cambio es importante para que pueda mejorar.
Contemplación: En esta etapa la persona ya se percata de que algo anda mal, que tiene un problema y debe hacer algo para modificar su situación. Aunque ya se da cuenta de que está atravesando un problema aún no toma una decisión para actuar y cambiar. Sólo lo medita.
Preparación: Se toma una decisión y se empieza a actuar de a poco, haciendo ligeros cambios.
Acción: Ya no hay dudas ni excusas, la persona ejecuta sus planes y es consciente de sus decisiones.
Mantenimiento: Probablemente la fase más difícil, cumplir con las decisiones tomadas para crear hábitos.
Estrategias que funcionan en cada etapa:
Pre contemplación: Cuando el cliente no tiene conciencia de los efectos negativos del cambio, es necesario aportar información apropiada sobre los beneficios del cambio, es decir, por qué realizar el cambio puede ser beneficioso para la persona. Es importante que la información sea proporcionada de manera no autoritaria.
Contemplación: Ayudar a visualizar los argumentos a favor y en contra del cambio. Favorecer la reflexión sobre las diferentes opciones para el cambio y el efecto positivo de ellos. Alentar en la consideración de los primeros pasos para empezar a realizar el cambio, de manera racional y realista.
Preparación: Planificar conjuntamente el cambio de manera cuidadosa, antes que tomar decisiones de manera visceral. Fraccionar el plan de acción en objetivos alcanzables. Emplear un contrato de compromiso con el cambio. Ayudar a pensar en las maneras de seguir con el plan de acción.
Acción: Seguir el plan, monitorear el progreso. Recompensar y felicitar por los éxitos conseguidos (incluso los más pequeños). Recordar a los beneficios que se producirán si se logran los objetivos. Ayudar a identificar los beneficios cuando suceden. Ayudar a que el cliente se mantenga en un estado de motivación idóneo. Ayudar a que aprenda de las cosas que no salen como se esperaba.
Mantenimiento: En caso de recaída, intentar no volver al punto de partida. En cambio, ayudar a reconocer el progreso y favorece el aprendizaje de los fracasos para que no vuelvan a ocurrir.
Referencias: Psicología y Mente
ALRIM
Capacitándome para crecer
www.alrimcapacitacion.com